La hepatitis A es una enfermedad vírica hepática aguda que puede causar morbilidad (cantidad de personas que enferman en un lugar y un período de tiempo determinados en relación con el total de la población) de moderada a grave.

Sus síntomas son: aparición brusca de fiebre, malestar, náuseas y trastornos abdominales, seguido de ictericia.

El virus de la hepatitis A, se transmite por la ingestión de alimentos o bebidas contaminados o por contacto directo con una persona infectada por el virus.

La  enfermedad puede ser adquirida en cualquier lugar del mundo, siendo más susceptibles y  de mayor riesgo los países en vía de desarrollo y las zonas con malas condiciones de higiene, saneamiento y control del agua.  Ver mapa de países donde la enfermedad es más común.

El suministro de agua salubre, la inocuidad de los alimentos, las mejoras del saneamiento, el lavado de las manos y la vacuna contra la hepatitis A son los medios más eficaces para luchar contra la enfermedad.

Todos los niños y adultos jóvenes de países industrializados que no han pasado la enfermedad ni se han vacunado con anterioridad y se dirijan  a zonas endémicas. Según el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad.

Al menos dos semanas antes de ir a un lugar con riesgo de contagio.

Dependiendo de la marca comercial puede haber distintos tipos de vías de administración pero en su gran mayora la vía utilizada es la vía intramuscular.

Necesitaras dos dosis una inicial, y otra de recuerdo a los 6-12 meses de la primera.

Aquellas personas que presenten problemas médicos que contra indiquen la administración de esta vacuna

Personas que hayan mostrado hipersensibilidad en la dosis anterior o que tengan hipersensibilidad a alguno de sus componentes.

Reacciones locales leves, dolor, enrojecimiento o hinchazón y sistémicas leves, dolor de cabeza, malestar, fiebre, náuseas.